El mercado de ocasión toma cada vez más protagonismo en casi todos los segmentos de la automoción y la movilidad
Después de varios meses de incertidumbre, el sector de las casas rodantes regresa a la estabilidad tras un agosto con buenas cifras. Como ruido de fondo, no obstante, permanecen activas algunas dudas en un segmento minoritario de la automoción que ha vivido su apogeo, y ahora ya no tanto.
Según datos de la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar), el mes pasado se vendieron 370 autocaravanas y cámperes nuevas, lo que supuso un ligero incremento de un 2,8% respecto al mismo mes de 2022 (360).
Con esas cifras, la primera conclusión para Aseicar es positiva: se trata del segundo mes consecutivo con un alza en las matriculaciones, gracias en buena medida a las ventas de cámperes.
Puesto en contexto, el dato flaquea: en agosto de 2022 se había producido un importante descenso de ventas respecto al mismo periodo de 2021. La asociación que representa al sector señala como factor decisivo la caída de matriculaciones de autocaravanas y cámperes destinadas al alquiler.
En otra casilla de las hojas de Excel de la patronal aparece la clave principal: aumenta el mercado de usados. Las ventas de autocaravanas y cámperes de ocasión (1.333) crecieron un 2,8% respecto a agosto de 2022. Reducidos a mera estadística, estos números representan la situación del sector: por cada vehículo nuevo se vendieron 3,6 usados, muchos de ellos procedentes del extranjero y rematriculados.
Más autocaravanas, pero más viejas
Esta circunstancia “contribuye al incremento del parque de caravaning en España pero lo convierte en un parque cada vez más envejecido”, reconoce Aseicar en una nota. Y concluye: “Habrá que observar la evolución de los próximos meses, pero parece que, al menos, se frena la caída […] y se estabilizan las ventas”.
Después de un crecimiento sostenido desde 2014 que se detuvo en 2020, en 2022 volvieron a caer las matriculaciones. Las de autocaravanas y cámperes nuevas cayeron más de un 21% (5.346) respecto a 2021 (6.769), y se situaron en cifras inferiores a 2017, con datos del Observatorio Cetelem.
Varias autocaravanas en una zona de acampada.
La alta demanda en España se ha visto frenada por la covid (2020) y la crisis industrial mundial, con una grave escasez de chasis y microchips en 2021 y 2022. La guerra, la inflación y la inestabilidad económica han terminado por acorralar al sector, que en el acumulado del año suma 3.787 unidades, frente a las 4.275 de 2022.
Ya no hay plazos de espera de hasta 15 meses, como en los ejercicios anteriores, pero el interés supera a la oferta y los clientes buscan en el mercado de ocasión. Además, según fuentes del sector, el precio medio de las autocaravanas ha aumentado en promedio entre 6.000 y 8.000 euros.
Según datos de Cetelem, el gasto medio realizado por los usuarios en el sector en 2022 fue de 40.951 euros.
Caravanas de segunda mano: más caras
Las caravanas, por su parte, ofrecen la cara más disparatada del sector. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) facilitados a Aseicar, en los dos últimos años se han matriculado 3.873 caravanas nuevas frente a las 12.643 matriculadas por segunda e incluso tercera vez, muchas de ellas procedentes del extranjero.
“Muchos clientes creen que no existe stock [de caravanas] en los establecimientos y están acudiendo al mercado de segunda mano”, explica Aseicar en una nota. Y allí se encuentra vehículos “al mismo precio” o “incluso superior” al que tenían en el concesionario.
José Manuel Jurado, presidente de la patronal, sostiene que el sector cuenta “con una normal disponibilidad de caravanas nuevas en todo el país”. El desconocimiento de los clientes hace que busquen “supuestas ofertas y que realmente compren más caro y sin ningún tipo de asesoramiento, garantía, ni financiación”.